- Habitantes de Nazareno desafían a PC y levantan un puente.
- El paso vehicular se perdió hace un año y la espera por una solución oficial continúa.
- Una historia de necesidad, riesgo y abandono.
Lerdo, Durango. — Vecinos del ejido Nazareno comenzaron la construcción de un puente improvisado sobre el río Aguanaval, pese a las advertencias de la Coordinación de Protección Civil de Lerdo. Con llantas, maderas y bloques como base, un grupo de voluntarios compactó tierra y abrió boquetes rudimentarios para permitir el paso del agua, con el objetivo de restablecer el cruce vehicular que se perdió hace un año.
El puente original colapsó el 9 de septiembre de 2024, cuando una creciente arrasó con la estructura de concreto que conectaba a Nazareno, Durango, con Flor de Mayo, Coahuila. Desde entonces, los habitantes deben rodear por el puente del ejido La Ventana, en Viesca, lo que incrementa entre 15 y 20 minutos sus recorridos diarios.
Desoyen las advertencias de riesgo
Durante una visita de verificación realizada este jueves, Protección Civil reiteró la advertencia sobre el peligro de cruzar el cauce ante las crecientes atípicas registradas en 2025. Sin embargo, las labores comunitarias continúan.
“Sabemos que es riesgoso, pero no tenemos otra forma de salir”, comentó uno de los vecinos que participó en la construcción, quien explicó que el paso peatonal y para motocicletas es ahora una necesidad diaria para quienes trabajan en establos, fábricas o parcelas al otro lado del río.
El departamento de Protección Civil ya había bloqueado el área con maquinaria tras el colapso del puente, pero el cierre prolongado reavivó el malestar entre los pobladores, que acusan abandono por parte de las autoridades.
Autoridades se deslindan
La entonces titular de Protección Civil de Lerdo, Isabel Macías Sifuentes, informó en su momento que el puente presentaba daños estructurales severos que comprometían su estabilidad, por lo que se ordenó el cierre preventivo.
Posteriormente, el Ayuntamiento de Lerdo solicitó apoyo técnico y financiero a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), aunque la dependencia respondió que no tiene competencia sobre esa infraestructura, ya que su responsabilidad se limita al manejo del cauce del Aguanaval.
En espera de una solución oficial
A más de un año del colapso, la gestión para reparar o reconstruir el puente permanece detenida, mientras el tránsito provisional sobre la estructura improvisada se convierte en una nueva fuente de riesgo.
Una nueva avenida del río —cuyo cauce nace en Zacatecas— podría poner en peligro a quienes cruzan, pero la comunidad insiste en mantener abierta su única vía de conexión.
“Es un paso necesario, aunque peligroso. Solo queremos una solución definitiva”, expresaron los vecinos.
Por ahora, Nazareno y Flor de Mayo siguen separados por el Aguanaval, y unidos por la incertidumbre.







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