- Alzhéimer: una nueva era con fármacos que frenan su avance.
- Con biomarcadores y prevención, la ciencia abre una nueva era en el diagnóstico y tratamiento.
- Aunque persisten dudas por su costo, efectos secundarios y alcance, la ciencia marca un cambio de paradigma.
La lucha contra el alzhéimer entra en un punto de inflexión. Tras décadas de frustraciones científicas, la aparición de los primeros medicamentos capaces de ralentizar el curso de la enfermedad y el desarrollo de biomarcadores para detectarla precozmente están marcando un cambio de paradigma en la investigación.
Según una serie de artículos publicada en The Lancet, la comunidad científica vive un momento inédito: por primera vez se ha logrado frenar, aunque de forma modesta, el avance de esta demencia que afecta a más de 50 millones de personas en el mundo.
Los nuevos medicamentos: esperanza y polémica
Los fármacos que han generado expectativas son lecanemab y donanemab, aprobados en Estados Unidos y otros países. En ensayos clínicos, el primero logró reducir en un 27% el avance de la enfermedad y el segundo en un 35%. Sin embargo, la Agencia Europea del Medicamento ha mostrado cautela, especialmente por los efectos secundarios (hemorragias cerebrales e incluso muertes en algunos casos) y por su alto costo, estimado en unos 24.000 euros al año por paciente.
Además, solo un 5% de los enfermos en fases muy tempranas podrían beneficiarse, lo que ha generado un intenso debate en torno a su viabilidad clínica y económica.
El reto del diagnóstico y la prevención
Más allá de los fármacos, los investigadores destacan el papel de los biomarcadores plasmáticos, capaces de detectar señales de la enfermedad a través de un simple análisis de sangre. Estas herramientas permitirán confirmar diagnósticos con mayor precisión y, en un futuro cercano, podrían ser la base para tratamientos preventivos.
Los ensayos clínicos en curso prevén resultados para 2027: si se confirma que eliminar la proteína beta-amiloide en personas sin síntomas retrasa la aparición de la enfermedad, la ciencia podría dar un paso decisivo hacia la prevención masiva.
En paralelo, expertos recuerdan que hasta un 40% de los casos de demencia podrían prevenirse evitando factores de riesgo como tabaquismo, hipertensión, sedentarismo o contaminación, y promoviendo estilos de vida saludables.
Un cambio de paradigma
“Estamos ralentizando una enfermedad que genera mucha discapacidad. No curamos, pero sí ganamos tiempo y calidad de vida”, señaló Juan Fortea, investigador del Instituto de Investigación Sant Pau. Por su parte, Albert Lleó, jefe de Neurología del mismo centro, aseguró que estos medicamentos son “solo el principio del camino”: actualmente hay 138 fármacos más en investigación.
Aunque los avances llegan acompañados de escepticismo y polémica, especialistas coinciden en que la combinación de nuevas terapias, diagnóstico temprano y prevención podría hacer que el tratamiento del alzhéimer sea irreconocible en apenas cinco años.







0 comentarios