• Familias coahuilenses esperan identificación de restos.
• Más de 112 mil restos óseos humanos se encuentran bajo resguardo en el Centro Regional de Identificación Humana.
• También hay 149 cuerpos completos y mil 25 cuerpos adicionales.

Coahuila enfrenta una realidad escalofriante: más de 112 mil restos óseos humanos se encuentran bajo resguardo en el Centro Regional de Identificación Humana (CRIH), esperando ser identificados. Estos fragmentos provienen de fosas comunes y rutas migratorias, en su mayoría vinculados a personas reportadas como desaparecidas. Esta situación resalta la magnitud de la crisis de desapariciones en el estado y la constante lucha por justicia de las familias afectadas.

El Programa Estatal en Materia de Desaparición de Personas, publicado en el Periódico Oficial de Coahuila, proporciona una radiografía desgarradora de la situación. De acuerdo con el diagnóstico, el trabajo de identificación es una prioridad, aunque los avances son limitados. La Fiscalía General del Estado, en colaboración con colectivos de familiares de víctimas, ha logrado recuperar y resguardar más de 112 mil piezas óseas, así como 436 kilogramos adicionales de restos biológicos. Estos elementos se someterán a un proceso de identificación, que podría llevar tiempo.

“Actualmente, el Centro Regional de Identificación Humana (CRIH) tiene bajo su resguardo más de 112 mil piezas de restos óseos humanos, así como 436 kilogramos de restos adicionales. Estos materiales fueron recolectados por la Fiscalía General del Estado durante diversas investigaciones, en colaboración con colectivos de familiares de personas desaparecidas”, detalla el informe oficial.

Mejorarían la forma de identificar

Además de los restos óseos, el CRIH resguarda 149 cuerpos completos y mil 25 cuerpos adicionales que siguen sin identificarse. En un esfuerzo por acelerar el proceso, el programa contempla el fortalecimiento de los métodos de análisis y la ampliación de muestras referenciales para confrontar los perfiles de los restos.

Con un horizonte que abarca hasta 2029, el gobierno estatal espera avanzar significativamente en la identificación de las víctimas, ofreciendo respuestas tan esperadas por las familias que enfrentan años de incertidumbre y dolor.