• El año pasado 49% de mexicanos sufrió estrés laboral.
• ManpowerGroup realizó un estudio conocido como el Barómetro Laboral.
• Solo el 36% de los empleados informó tener un nivel de estrés bajo o nulo.

Un reciente estudio realizado por ManpowerGroup, conocido como el Barómetro Laboral, revela que en el último año, el 49% de los trabajadores mexicanos experimentaron estrés de manera diaria en su entorno laboral. Este dato pone de manifiesto una realidad preocupante para el país, donde solo el 36% de los empleados informó tener un nivel de estrés bajo o nulo en su trabajo.

A nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que el 75% de los mexicanos sufre de fatiga relacionada con el estrés laboral, una cifra alarmante que supera a países como China y Estados Unidos, lo que pone en alerta sobre la necesidad urgente de atender el bienestar de los trabajadores en México.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) define el estrés laboral como el tipo de estrés generado por las presiones en el entorno laboral, que puede ocasionar tanto saturación física como mental, afectando directamente la salud y el equilibrio entre la vida personal y el trabajo.

¿Cuál es el tuyo?

En cuanto a los sectores que más reportan niveles elevados de estrés, el estudio detectó que el área de Transporte, Logística y Automotriz lidera, seguido por Bienes y Servicios de Consumo y Finanzas. Por otro lado, el sector con menor porcentaje de estrés diario es el de Ciencias de la Vida y de la Salud, con un 47%.

En términos de género, los hombres reportan un 39% de estrés bajo, frente al 34% de las mujeres, aunque las mujeres Millennials son quienes enfrentan los niveles más altos de estrés, con un 57% de ellas indicando un estrés moderado a alto en su trabajo.

Las causas detrás del estrés laboral son diversas y van desde el exceso de trabajo, jornadas largas, tareas monótonas, hasta la falta de apoyo de los superiores. La OMS alerta que las consecuencias de no abordar este problema incluyen aumento del ausentismo, mayor rotación de personal y un impacto negativo en la productividad.

Este panorama plantea la necesidad de replantear las culturas laborales en las organizaciones para promover ambientes de trabajo más saludables y sostenibles.