• Donald Trump vuelve a la Casa Blanca.
• La campaña de Trump, centrada nuevamente en un discurso de xenofobia y crítica a la inmigración irregular, encontró eco.
• Celebró su victoria en West Palm Beach, Florida, antes de la confirmación oficial de su triunfo.

Donald Trump asumirá la presidencia de Estados Unidos por segunda vez el próximo 20 de enero a las 12 del mediodía, convirtiéndose en el 47º presidente de la nación. Esta victoria representa un regreso inusual a la Casa Blanca tras haber perdido la reelección en 2020, un logro que solo Grover Cleveland había conseguido en 1892.

La campaña de Trump, centrada nuevamente en un discurso de xenofobia y crítica a la inmigración irregular, encontró eco en la frustración ciudadana ante la inflación y el aumento en los costos de vida. A pesar de los múltiples escándalos que han marcado su vida política, incluyendo procesos judiciales y una condena, el republicano logró posicionarse como una figura carismática e inmune a la polémica, imponiéndose en las urnas con una clara victoria en el Colegio Electoral.

Celebración anticipada y promesas populistas

Trump celebró su victoria en West Palm Beach, Florida, antes de la confirmación oficial de su triunfo. Acompañado por su esposa, Melania, su próximo vicepresidente J.D. Vance, y figuras como Elon Musk, Trump prometió «sanar» a EE.UU. y llevarlo a una «edad de oro». Aseguró que bajo su mandato “se arreglará todo lo que está mal en este país”, mientras reiteraba su lema de campaña: “Hacer grande a Estados Unidos de nuevo”.

El impacto en la democracia y el sistema judicial

Trump inicia su nuevo mandato en medio de una serie de conflictos legales y promesas de indultar a los involucrados en el asalto al Capitolio. Además, ha expresado su intención de destituir al fiscal Jack Smith, quien lo acusó en casos federales. Su regreso representa un reto para la democracia estadounidense, ya que el presidente electo ha calificado a sus opositores como «enemigos internos», sugiriendo posibles persecuciones judiciales.

Geopolítica y alianzas internacionales en la cuerda floja

El triunfo de Trump genera incertidumbre en el ámbito global, ya que su enfoque «Estados Unidos primero» podría reactivar una política aislacionista. Trump ha anunciado aranceles generalizados que amenazan con desatar una guerra comercial, especialmente con China, a quien impondría un arancel del 60%, y con México, para el que ha propuesto un 100% de impuestos a sus automóviles. Su política exterior también podría reducir el apoyo a Ucrania y su compromiso con la OTAN, lo cual preocupa a la Unión Europea, que ya se prepara para responder a estas posibles decisiones.

Un Congreso favorable y promesas fiscales

La victoria de Trump también otorga un triunfo rotundo al Partido Republicano, que ha recuperado el Senado y aspira a mantener la Cámara de Representantes. Esto facilitará la implementación de políticas fiscales agresivas y una serie de beneficios dirigidos a sectores como la restauración y hostelería, además de eliminar impuestos sobre propinas, horas extra y prestaciones de Seguridad Social. En cuanto a las empresas, Trump busca reducir el impuesto corporativo para aquellas que fabriquen en EE.UU., al tiempo que promete derogar incentivos para las energías renovables.

El traspaso de poder y el final de la era Biden

La toma de posesión de Trump se anticipa complicada, marcada por la tensión entre el presidente saliente Joe Biden y el electo. Para Biden, la derrota de su vicepresidenta Kamala Harris en las elecciones y la incapacidad de superar el trumpismo representan uno de los mayores fracasos de su mandato. Harris, quien generó expectativas en un sector del electorado, no logró concretar el respaldo suficiente, y muchos analistas consideran que EE.UU. aún no está preparado para una presidenta de origen afroamericano e indio.

La vuelta de Trump al poder plantea una serie de incógnitas para el futuro de Estados Unidos, tanto en lo interno como en su relación con el mundo. Su mandato podría desestabilizar el orden político actual y redefinir el papel de la nación en un escenario global cada vez más polarizado.