Omisiones que comprometen la seguridad. ¿Qué falta por hacer? Descúbrelo aquí en la columna de Gerardo Aguado.

La Estrategia Nacional de Seguridad presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se enfoca en los siguientes ejes clave, según lo anunciado por su administración:

1. Atención a las causas: El objetivo es apoyar a las familias más vulnerables y reducir la pobreza, buscando evitar que el crimen organizado reclute a personas en situación de necesidad.
2. Fortalecimiento de la Guardia Nacional: Se resalta la importancia de que esta institución asuma la responsabilidad de la seguridad en municipios donde los cuerpos locales no pueden garantizar la seguridad pública o están infiltrados por el crimen organizado.
3. Fortalecimiento de la inteligencia e investigación: Según Omar García Harfuch, esta fase prioriza la prevención del delito sobre la reacción, mediante el uso de inteligencia y tecnología avanzada para analizar datos, identificar patrones y comprender las dinámicas delictivas en las zonas de mayor incidencia.
4. Consolidación del Gabinete de Seguridad y coordinación con los estados: Este eje tiene tres objetivos principales:

• Reducir la incidencia delictiva, especialmente homicidios dolosos y delitos de alto impacto como la extorsión.
• Neutralizar a los generadores de violencia y redes criminales, prestando especial atención a las zonas con alta incidencia delictiva.
• Fortalecer las capacidades de prevención y proximidad social de las policías locales, mejorando el diálogo con todos los sectores de la sociedad.

Si bien la estrategia presenta avances notables, especialmente en cuanto al fortalecimiento de la inteligencia y la coordinación con los estados, hay áreas clave que deben atenderse para garantizar su éxito:

1. Fortalecimiento financiero y operativo de la Fiscalía General de la República: Esta institución responsable de investigar y perseguir la mayoría de los delitos relacionados con el crimen organizado.
2. Fortalecimiento de las fiscalías locales: Las fiscalías estatales también necesitan apoyo para actuar eficazmente en sus jurisdicciones.
3. Profesionalización y equipamiento de las fuerzas municipales: Es esencial que los cuerpos de seguridad pública locales estén bien preparados, equipados y coordinados con las autoridades estatales y federales.
4. Depuración de las corporaciones de seguridad pública: Necesario implementar mecanismos para erradicar la influencia del crimen organizado en las fuerzas de seguridad, incluyendo el encarcelamiento de políticos coludidos, sin importar su cargo.

Sin criminales tras las rejas, las tasas de homicidios, secuestros y extorsiones no disminuirán. Por ello, fortalecer todo el sistema de procuración de justicia a nivel nacional y local es fundamental para que esta estrategia de seguridad tenga éxito.

La coordinación efectiva entre todos los niveles de gobierno depende de que los estados y municipios cuenten con suficientes policías bien capacitados, equipados con tecnología de punta y libres de la influencia del crimen organizado.

Si bien hemos dado un voto de confianza a la Estrategia de Seguridad del gobierno federal, esto no significa que dejemos de señalar nuestras diferencias y puntos de vista. Esperamos que las omisiones en la estrategia subsanadas e integradas al plan general.