- Escuela de Torreón denuncia desvió de recursos federales.
- A la tesorera le robaron el dinero, sacó a sus hijos de la escuela y desaparecieron.
- Mientras tanto los demás padres están molestos y los alumnos con aulas precarias.
En la escuela primaria Alfonso Rodríguez, ubicada en el centro de Torreón, se reportó el presunto robo de $260 mil pesos destinados al programa federal «La Escuela es Nuestra». El dinero se utilizaría para mejorar las instalaciones del plantel, como la compra de nuevos aparatos de aire, pintura y otras reparaciones. Sin embargo, tras denunciar el robo del dinero, la tesorera del comité de padres de familia desapareció y retiró a sus hijos de la escuela.
El subdirector del plantel, Ricardo Castillo Lechuga, dijo que este programa es manejado exclusivamente por los padres de familia y que la institución no tiene acceso al dinero, aunque sí puede sugerir las obras prioritarias. Entre las mejoras realizadas con el dinero, solo se alcanzó a impermeabilizar la escuela y dar mantenimiento a los baños, antes de que los $260 mil desaparecieran.
La tesorera retiró esa cantidad de dinero en efectivo, supuestamente para liquidar algunas de las obras realizadas, pero asegura que la asaltaron y la despojaron de todo el dinero. Luego del supuesto robo, la tesorera acudió a la escuela para informar lo ocurrido, pero no se ha sabido más de ella desde entonces. Además, se llevó consigo la tarjeta donde se realizan los depósitos del programa, la cual aún tiene fondos disponibles.
Desconfianza y denuncias entre los padres
Este suceso ha generado descontento entre los padres de familia, quienes, en una reunión junto al personal del Bienestar, expresaron su desconfianza hacia la versión de la tesorera. Algunos incluso señalaron que los directivos podrían estar involucrados, aunque el subdirector aclaró que la institución no tiene injerencia en el manejo del dinero.
A raíz de este incidente, varios padres de familia presentaron denuncias formales ante la Fiscalía contra la tesorera y el comité. No obstante, las investigaciones no han avanzado, y el destino del dinero sigue siendo incierto.
El subdirector también mencionó que este tipo de programas requieren mayor control para evitar el mal manejo de recursos. «Faltaron candados en el programa para que no fuera tan fácil retirar el dinero«, afirmó. La escuela aún enfrenta necesidades importantes y sin el recurso perdido, será difícil continuar con las mejoras planeadas.
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