• Empresarios preocupados por la baja de policías en Torreón.
• En 2012 la ciudad enfrentó una crisis de inseguridad que afectó gravemente a la población.
• Resaltaron la importancia de continuar con el enfoque actual, que ha mantenido a la ciudad como una ciudad segura.

El sector empresarial de Torreón ha manifestado su inquietud ante la reducción de agentes policiacos en la ciudad, solicitando un refuerzo en la coordinación entre los tres niveles de gobierno para mantener a la región como un ejemplo en materia de seguridad.

Mariano Serna Muñoz, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Torreón, recordó que en 2012 la ciudad enfrentó una crisis de inseguridad que afectó gravemente a la población. Destacó que, desde entonces, las autoridades locales, estatales y federales han trabajado de manera conjunta para mejorar la seguridad en la región, y que estos esfuerzos no deben detenerse.

«Como empresarios, como sociedad civil, lo único que pedimos es que no se descuide la seguridad, que nuestros tres órdenes de gobierno sigan trabajando en conjunto para mantener los excelentes resultados que hemos visto en La Laguna, donde somos ejemplo a nivel nacional», expresó Serna Muñoz.

Si bien reconoció que cualquier estrategia de seguridad puede perfeccionarse, Serna hizo un llamado al diálogo entre las autoridades y el sector empresarial para mejorar lo que sea necesario sin cambiar de rumbo. Resaltó la importancia de continuar con el enfoque actual, que ha mantenido a Torreón como una ciudad segura.

Por otro lado…

En cuanto a la reciente reforma a la Guardia Nacional, el dirigente de Canaco expresó su preocupación, argumentando que este gobierno ha reducido el presupuesto para las policías municipales, debilitando la seguridad en muchas ciudades. «Muchos alcaldes no tienen la capacidad de mantener una policía municipal y dependen de la Guardia Nacional, pero estos son militares que no están capacitados para interactuar directamente con la ciudadanía», señaló.

Asimismo, Serna indicó que lo ideal habría sido fortalecer las policías locales y estatales para que el Ejército pudiera regresar a sus cuarteles, evitando así el riesgo de una posible militarización.