- Inseguridad frenaría crecimiento del transporte turístico en México.
- La inseguridad en ciertos destinos podría impactar negativamente en estas proyecciones.
- La falta de un entorno seguro continúa siendo un desafío significativo para el crecimiento.
La creciente inseguridad en algunos destinos turísticos y estados del país amenaza con afectar el crecimiento previsto para las empresas de transporte de pasaje y turismo en 2024. Según la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo (Canapat), se estima que los permisionarios del autotransporte federal movilicen a 3,800 millones de pasajeros al cierre del año. Esta cifra representaría un aumento de 15 millones de viajeros respecto al año anterior y 50 millones más en comparación con 2019, antes de la pandemia del COVID-19.
Elim Luviano Heredia, director ejecutivo de Canapat, destacó el optimismo del sector al superar años complicados y alcanzar cifras superiores a las anteriores.
“Este año somos optimistas y creemos que vamos a superar los 3,800 millones de pasajeros”, señaló en una entrevista reciente. Luviano Heredia atribuye el buen desempeño a los puentes y periodos vacacionales favorables durante el año.
Sin embargo, la inseguridad en ciertos destinos podría impactar negativamente en estas proyecciones. Luviano Heredia advirtió que el problema de seguridad es grave y afecta tanto a los operadores como a los pasajeros. En los últimos tres años, se han registrado entre 400 y 500 incidentes anuales a nivel nacional, con un notable aumento en asaltos y apedreamientos a unidades de transporte.
Asimismo, de enero a agosto de 2024, se han reportado 150 asaltos a unidades de transporte, con Tamaulipas y Veracruz liderando en número de incidentes, con 56 y 30 casos respectivamente. Además, se han contabilizado 1,770 apedreamientos, siendo Guanajuato, el Estado de México y Jalisco los estados con mayores reportes.
El apedreamiento, que en algunos casos busca detener las unidades para cometer delitos, ha incrementado y está afectando económicamente a los permisionarios. Estos deben reemplazar ventanillas y parabrisas dañados y sacar las unidades de circulación para reparaciones, lo que impacta negativamente en sus finanzas.
La reciente suspensión de servicios de autobuses en Culiacán, tras enfrentamientos, bloqueos y quema de vehículos, subraya el impacto de la inseguridad en el sector. La falta de un entorno seguro continúa siendo un desafío significativo para el crecimiento y la estabilidad del transporte turístico en México.
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