- La oposición cierra filas contra la reforma judicial en el Senado.
- Morena y sus aliados están a un solo voto de obtener la mayoría calificada.
- En medio de esta tensa batalla política, el bloque opositor ha lanzado una herramienta llamada «democratómetro».
El senador Miguel Riquelme, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), desde una camilla hospitalaria, ha reafirmado su rechazo a la reforma judicial impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Este gesto simbólico refleja la urgencia con la que la oposición ha actuado en medio de una ríspida discusión parlamentaria.
La reforma, que propone la elección de jueces, magistrados y ministros por voto popular, aprobada en la Cámara de Diputados y ahora está a la espera de su destino en el Senado.
Morena y sus aliados, quienes cuentan con 85 escaños gracias al apoyo de dos senadores del PRD, están a un solo voto de obtener la mayoría calificada. Sin embargo, la oposición, formada por PRI, PAN, Movimiento Ciudadano y algunos independientes, ha movilizado a todos sus integrantes bajo el lema «¡Que nadie se raje!», para evitar que esta reforma avance.
Alejandro Moreno, líder del PRI, ha denunciado presiones y amenazas sin precedentes contra los legisladores de su partido, mientras que Guadalupe Murguía, coordinadora del PAN en el Senado, ha garantizado la presencia de todos sus senadores y suplentes en la votación. Por su parte, Movimiento Ciudadano también ha asegurado su voto en contra, completando así la resistencia numérica contra la reforma.
En medio de esta tensa batalla política, el bloque opositor ha lanzado una herramienta llamada «democratómetro», un registro público en línea donde los senadores han confirmado su voto en contra. Esta estrategia aplaudida por figuras como Claudio X. González, quien ha instado a la oposición a mantener su postura firme en defensa de la Constitución.
La discusión no solo se centra en los votos, sino también en una pelea matemática. Adán Augusto López, exsecretario de Gobernación, asegura que la mayoría calificada se puede obtener con 85 senadores, mientras que el PAN defiende que son necesarios 86 votos. La batalla final por la reforma se decidirá en el Senado.
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