• Hepatitis A hace sufrir a La Laguna.
• Brotes de aguas negras generan que el virus se propague con mayor facilidad.
• Recomiendan seguir normas de higiene al extremo para evitar contraer la enfermedad.

La hepatitis tipo A, es endémica para Torreón, es decir, no se manifiesta en ninguna otra parte del país con las características con las que se presenta aquí. ¿Por qué? Por los escasos hábitos de higiene personal, los constantes brotes de aguas negras, y la falta de mantenimiento de la infraestructura para almacenar agua en escuelas y hogares, tres variables que se combinan para generar aquel padecimiento que ataca al hígado y que manifiesta rasgos únicos.

Este brote de hepatitis A, que ya ha afectado a más de 600 personas, exhibe este problema persistente. «Este tipo de problemas de salud se originan básicamente por la mala higiene en los alimentos, el agua y la persona», señaló el médico Humberto Gerardo Flores Muñoz, coordinador de vigilancia epidemiológica de la Jurisdicción Sanitaria número 6 de Torreón.

El experto explicó que el brote que se presentó en febrero de este año en algunas colonias de la ciudad, está vinculado a un derrame de aguas negras que ocurrió en enero Villa Zaragoza y Hacienda Santa María. «Si el derrame ocurre en enero y los casos se presentan en febrero, hay una asociación temporal», subrayó, destacando la relevancia de este vínculo en la investigación epidemiológica, aunque no es la única variable.

La hepatitis tipo A, define la Organización Mundial de la Salud, “es una inflamación del hígado que puede causar morbilidad de moderada a grave”, se transmite por un virus (VHA) al consumir agua o alimentos contaminados por heces.

Otro rasgo singular: el contagio entre adultos

Aquel brote de aguas negras que se concentró en colonias como Villa Zaragoza y Hacienda Santa María, afectó a un número significativo de personas, con edades comprendidas entre los 25 y los 44 años, lo que marca una desviación del patrón común de esta enfermedad, que usualmente afecta a los niños, mencionó el funcionario; éste es otro atributo del endemismo de la afección.

Cuando el contagio se presenta en los infantes, el daño es menor que cuando se presenta en los adultos, mencionó el funcionario.

Las autoridades sanitarias aplicaron una serie de estudios para confirmar la relación entre el brote de hepatitis y las deficientes condiciones sanitarias. Estos estudios, en coordinación con Regulación Sanitaria y Sistema Municipal de Agua y Alcantarillado de Torreón, el SIMAS, buscan identificar las fuentes de contaminación y los factores que están contribuyendo a la propagación del virus.

«Estuvimos haciendo visitas a las casas, recibiendo reportes de escuelas… Revisamos la situación de los tinacos, las cisternas, los baños», compartió el doctor Flores Muñoz, quien también señaló que en muchos casos se encontraron condiciones de higiene inadecuadas. «En algunas escuelas, las cisternas no tenían mantenimiento, estaban sucias… Obviamente, se les dejaban recomendaciones a los directivos».

Un problema exclusivo de esta región

El doctor Humberto Gerardo subrayó que la hepatitis A es una enfermedad endémica en Torreón, lo que significa que es un problema recurrente en la región. «En un año normal, tenemos entre 150 y 200 casos de hepatitis A… Este año, hemos visto un aumento significativo, con más de 600 casos hasta la fecha», destacó, indicando que la mayoría de éstos se concentran en las colonias más afectadas por el derrame de aguas negras.

Para detener la propagación de la hepatitis A y prevenir futuros brotes, es esencial mejorar las condiciones sanitarias en las áreas más vulnerables de Torreón. Esto incluye no solo la reparación y el mantenimiento del sistema de drenaje, sino también la educación sobre la higiene personal y la manipulación segura de alimentos. «La mejor forma de evitar la infección es con educación… La gente debe saber que, si va al baño, debe lavarse las manos, y si va a preparar alimentos, debe hacerlo con manos perfectamente limpias», enfatizó el funcionario de la Jurisdicción Sanitaria.

¿Por qué La Laguna es campo fértil para la infección?

El coordinador de Vigilancia Epidemiológica hizo un recuento histórico para explicar el endemismo y expansión de la enfermedad. Recordó la presencia del cólera, una infección que se presentó en Perú durante los años 90. Este brote se originó por la llegada de un buque que descargó aguas negras contaminadas, lo que provocó un brote que se extendió a varios países de América Latina, incluyendo México donde se expandió por las condiciones insalubres.

Este evento histórico resalta la importancia de mantener un control riguroso sobre las fuentes de agua y su tratamiento para prevenir la propagación de enfermedades, mencionó el entrevistado.

Sí hay vacunas, aunque insuficientes

Aunque existe una vacuna eficaz contra la hepatitis A, su aplicación no es suficientemente amplia en la región, lo que contribuye a la persistencia de la enfermedad. A pesar de esto, la vacuna no forma parte del esquema regular de prevención y se administra solo en situaciones específicas, como en guarderías o durante contingencias.

Por tal motivo, el médico enfatizó sobre las medidas preventivas para contener el virus, las cuales incluyen consumir preferentemente agua embotellada. Evitar el consumo de agua directamente de la llave a menos que haya sido debidamente tratada.

• La higiene personal, como lavarse las manos regularmente, especialmente antes de comer y después de ir al baño, debe ser inevitable. Las personas encargadas de preparar alimentos deben hacerlo con las manos limpias o utilizar guantes.
• Debe existir un control de alimentos, evitar consumir alimentos de vendedores ambulantes y asegurarse de que se preparen y almacenen en condiciones higiénicas adecuadas.
• Respecto a los tinacos y cisternas en los hogares, deben mantenerse limpios y revisarlos periódicamente para asegurar que no sean fuentes de contaminación.
• La atención médica temprana ante la presencia de síntomas como ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), la evacuación de heces claras, el dolor abdominal y fiebre.