• Peligros del chocolate para perros: actúa rápidamente.
• Puede resultar en altos niveles de intoxicación.
• Los síntomas suelen manifestarse aproximadamente cuatro horas después de la ingestión.

Existe un grupo amplio de alimentos que representan riesgos severos para los perros, entre los cuales destacan la cebolla, el ajo, el aguacate, las uvas y las pasas, el alcohol, el café, el té, y especialmente, el chocolate.

El chocolate, apreciado por su sabor entre los humanos, puede ser extremadamente peligroso para los perros debido a componentes como la teobromina y la cafeína, que los canes no metabolizan eficientemente.

¿Qué sucede si tu perro consume chocolate?

Según el centro veterinario AniCura de España, el chocolate contiene teobromina, una sustancia que los perros metabolizan lentamente, lo que puede resultar en altos niveles de intoxicación dependiendo del tipo de chocolate, la cantidad ingerida y el tamaño del animal.

La teobromina es el principal componente tóxico para los perros, ya que mientras los humanos pueden metabolizarlo sin problemas, en los perros puede acumularse rápidamente en su organismo, causando posibles intoxicaciones.

Es crucial diferenciar los niveles de teobromina presentes en los distintos tipos de chocolate: el cacao en polvo, el chocolate puro y el chocolate negro son los más peligrosos, mientras que el chocolate blanco y con leche son menos riesgosos.

¿Qué hacer si tu perro come chocolate?

Ante la sospecha de ingestión de chocolate, es vital actuar con prontitud para mitigar las consecuencias adversas.

Los síntomas suelen manifestarse aproximadamente cuatro horas después de la ingestión, por lo que es imperativo contactar al veterinario de inmediato, sin esperar a la aparición de complicaciones. Los primeros minutos son cruciales para evitar problemas graves.

Inducir el vómito puede ayudar a eliminar parte del tóxico ingerido. Comúnmente, se utiliza carbón activado para absorber los componentes nocivos y prevenir su absorción en el torrente sanguíneo.

En casos severos, podría considerarse un lavado gástrico. Además, si la salud del perro está comprometida, podría necesitar tratamiento intravenoso para acelerar la eliminación de la teobromina a través de la orina.