- Incertidumbre y negligencia: el silencio detrás de la tragedia en el antro Rich.
- Inspecciones previas revelaron una alarmante falta de cumplimiento de normativas de seguridad en estos locales.
- La clausura reciente de Azul Fuego evidencia la gravedad de la situación.
A más de 48 horas del fatídico accidente en el antro Rich, que cobró dos vidas y dejó a ocho personas heridas, el silencio abrumador de los representantes del establecimiento ha profundizado la incertidumbre y la indignación.
Hasta ahora, ninguna declaración ha sido emitida, ningún gesto de solidaridad hacia las familias afectadas, y una alarmante falta de cooperación con las autoridades.
Desde la noche misma del incidente, Rich ha eliminado cualquier rastro de su presencia en las redes sociales, agravando las sospechas sobre su responsabilidad y transparencia en este trágico suceso.
Según datos recopilados por EL UNIVERSAL, Rich forma parte de un conglomerado de negocios nocturnos liderados por Ulises González, quien también ha optado por desaparecer de las plataformas digitales.
Este grupo opera al menos otros cuatro establecimientos en la capital potosina desde hace dos años: Azul Fuego, Central Bar, Secrets y el más reciente, Rich.
Sin embargo, inspecciones previas revelaron una alarmante falta de cumplimiento de normativas de seguridad en estos locales.
El 14 de marzo, inspectores de Protección Civil del estado visitaron Rich y emitieron dictámenes desfavorables debido a la ausencia de medidas estructurales y de contingencia.
A pesar de solicitar una prórroga, la administración nunca cumplió con los requisitos necesarios para operar de manera segura.
Detrás de la tragedia en el antro Rich
Fuentes oficiales han señalado que otros establecimientos del grupo enfrentan problemas similares, destacando la falta de renovación de permisos y la operación bajo condiciones precarias.
La clausura reciente de Azul Fuego evidencia la gravedad de la situación.
El accidente en Rich, que resultó en la pérdida de vidas humanas, ha puesto en el centro del debate público la falta de regulación y supervisión en lugares de entretenimiento nocturno en San Luis Potosí.
Más de mil jóvenes se encontraban en el lugar esa fatídica noche, excediendo ampliamente su capacidad.
El testimonio de testigos revela un escenario caótico dentro del establecimiento, donde la falta de espacio y el exceso de personas contribuyeron al trágico desenlace.
La sobrepoblación llevó al colapso de una barandilla en el tercer piso, causando la caída de varios jóvenes.
El ayuntamiento de San Luis Potosí dijo que Rich no tenía permiso para el concierto de Kevin Moreno, lo que suma negligencia al problema.
El grupo empresarial ya ha organizado eventos sin permisos antes, como un concierto clandestino en Azul Fuego.
Las demandas de la Asociación de Empresarios del Entretenimiento, que han alertado sobre la proliferación de establecimientos operando ilegalmente, han sido ignoradas durante demasiado tiempo.
A pesar de los llamados a una mayor supervisión, las tragedias como la ocurrida en Rich siguen ocurriendo.
En medio del dolor y la indignación, la comunidad se despide de las víctimas, Manuel Alejandro Infante y Rodrigo Alonso, recordándolos con amor y dolor.
Sus vidas perdidas son un recordatorio angustiante de las consecuencias de la negligencia y la falta de responsabilidad empresarial.
Incertidumbre y negligencia: el silencio detrás de la tragedia en el antro Rich
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