• Little Mexico: un trozo de patria en la Gran Manzana.
• La escena gastronómica de Little Mexico es una verdadera joya.
• La influencia mexicana en el este de Harlem se extiende más allá de la comida y el comercio.

Los mexicanos han dejado una marca indeleble en la Gran Manzana, conformando la tercera población hispana más grande de la ciudad. Con aproximadamente 514,000 residentes en la ciudad y 1.5 millones en todo el estado de Nueva York, su influencia es innegable. Descubre cómo Little Mexico, un vecindario en el este de Harlem, ha florecido como un oasis cultural, ofreciendo a los inmigrantes una experiencia auténtica de su tierra natal.

Desde su fundación en los años noventa, Little Mexico ha sido un refugio para los mexicanos que buscan construir una vida nueva en esta bulliciosa metrópoli. Aquí, en las coloridas calles y los aromáticos rincones, uno puede sentirse transportado directamente a las calles de México. Este enclave, aunque aún no tan famoso como otros como Little Italy o Chinatown, tiene un valor incalculable: proporciona un sentido de pertenencia y hogar para aproximadamente 50,000 mexicanos que han hecho de este lugar su residencia.

Empresas emblemáticas como Euromex, propiedad de Jaime Flores, quien abrió su primer negocio en 1994, son testigos del espíritu emprendedor y la resiliencia de la comunidad mexicana. Hoy en día, Little Mexico es un crisol de oportunidades comerciales, con el 18% de los mexicanos en Nueva York siendo propietarios de sus propios negocios, muchos de ellos en el sector de la restauración.

La escena gastronómica de Little Mexico es una verdadera joya, con casi mil restaurantes mexicanos que ofrecen una experiencia culinaria auténtica y de alta calidad en todos los distritos de la ciudad. Desde el reconocido Casa Enrique, el primer restaurante mexicano en Nueva York en recibir una estrella Michelin, hasta los populares Tacomix y Hot Jalapeño, los sabores y aromas de México invitan a los neoyorquinos y visitantes por igual a disfrutar de la riqueza de la cocina mexicana.

MUCHO MÁS QUE COMIDA

Pero Little Mexico es mucho más que comida. Es un lugar donde las tradiciones, la música y la comunidad se entrelazan para crear una experiencia inolvidable. Desde la icónica calle 116 hasta la segunda y la tercera avenida, los vendedores callejeros ofrecen delicias como horchata, tamales y elotes, mientras que las tiendas locales brindan una amplia variedad de productos mexicanos, desde ingredientes frescos hasta artesanías y ropa tradicional.

La influencia mexicana en el este de Harlem se extiende más allá de la comida y el comercio. El Museo del Barrio, el más importante de arte latinoamericano en el país, sirve como un faro cultural para la comunidad, mientras que la iglesia de St. Paul ofrece servicios religiosos y eventos comunitarios que reflejan la diversidad y la vitalidad de la población latina.

Cada año, durante la celebración del 5 de mayo, las calles de Little Mexico se llenan de color y celebración, con desfiles, música y comida callejera que rinden homenaje a la rica herencia mexicana-estadounidense. A través de sus festividades y tradiciones, Little Mexico se convierte en un recordatorio palpable de la fuerza y la resistencia de la comunidad mexicana en Nueva York.

Aunque existen otras comunidades mexicanas en la ciudad, como Sunset Boulevard y Jackson Heights, Little Mexico sigue siendo el epicentro indiscutible de la cultura mexicana en Nueva York. Desde sus vibrantes calles hasta sus acogedores negocios y restaurantes, este barrio ofrece un vínculo invaluable con la tierra natal para los mexicanos que han encontrado en la Gran Manzana un lugar para llamar hogar.