• El largo camino de la justicia: Javier Villarreal espera sentencia.
• Cargos de conspiración para lavar dinero y transporte de dinero ilícito en suelo estadounidense.
• Aunque se declaró culpable poco después de su detención, obtuvo libertad condicional.

Tras más de una década desde que el ex tesorero de Coahuila, Javier Villarreal Hernández, se entregara a la justicia estadounidense por cargos de lavado de dinero, la espera por su sentencia continúa, marcada por una sucesión de prórrogas y movimientos procesales.

El juez de la Corte del Distrito Oeste de Texas, Xavier Rodríguez, accedió el pasado septiembre a aplazar la audiencia de sentencia para el 24 de abril de este año, dando lugar a una serie de eventos que mantienen en vilo el desenlace del caso.

Los cargos de conspiración para lavar dinero y transporte de dinero ilícito en suelo estadounidense pesan sobre Villarreal Hernández desde su entrega a las autoridades en 2014. Aunque se declaró culpable poco después de su detención, obtuvo libertad condicional, lo que le ha permitido circular por el país.

A lo largo de este prolongado proceso, Villarreal ha colaborado en dos ocasiones con la Fiscalía de Estados Unidos, incluso en casos relacionados con figuras prominentes como el ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y el exgobernador interino, Jorge Torres López. Se esperaba que esta cooperación adelantara la fecha de su sentencia.

Sin embargo, las idas y venidas judiciales han marcado el transcurso del caso. Desde febrero de 2015, se han sucedido más de 22 aplazamientos para fijar la sentencia, con la última fecha establecida para el 30 de octubre de este año.

Mientras tanto, su abogado, Michael J. Wynne, conocido como «defensor de personas de cuello blanco», aún conserva en sus redes sociales un testimonial de Villarreal, quien lo elogia por su ayuda «en medio de un conflicto fuerte en México».

El caso de Villarreal Hernández, más allá de su complejidad jurídica, pone de manifiesto los entresijos del sistema judicial y la prolongada espera por la justicia, dejando en el aire interrogantes sobre el futuro de este emblemático proceso.