- Feminicidio en Acuña, un reflejo de la violencia sistémica contra las mujeres.
- Es un reflejo del persistente flagelo de la violencia de género.
- La muerte de Fernanda Noely no es un caso aislado.
En la brumosa mañana de este viernes, la tranquilidad de la colonia 28 de Junio en Ciudad Acuña fue abruptamente interrumpida por una intensa movilización policiaca. La causa: el descubrimiento del cuerpo sin vida de Fernanda Noely, una mujer cuya existencia fue brutalmente apagada en un desolado camino de terracería.
Este macabro hallazgo no solo representa una tragedia personal y familiar, sino que también es un reflejo del persistente flagelo de la violencia de género que asola nuestro país.
La rápida acción de las autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del Estado de Coahuila llevó a la detención de Óscar «N», ex pareja de la víctima, marcando un punto crítico en la investigación.
La revelación de que Óscar había estado acechando a Fernanda a la salida de su trabajo para finalmente atacarla con un arma blanca es un testimonio escalofriante de la premeditación y la violencia.
Este incidente pone de relieve, una vez más, las profundas fisuras en nuestra sociedad que permiten que la violencia de género se perpetúe.
La muerte de Fernanda Noely no es un caso aislado; es un eslabón más en la larga cadena de feminicidios que continúan ensombreciendo nuestro entorno.
La persistencia de estos crímenes señala una falla sistémica en la protección de las mujeres y en la prevención de la violencia.
Llamado de atención para las autoridades
El compromiso de la SSP de Coahuila de colaborar estrechamente con la Fiscalía General del Estado en la integración de la carpeta de investigación es un paso en la dirección correcta, pero no es suficiente.
Este trágico evento debe servir como un llamado de atención para las autoridades, la sociedad civil y cada ciudadano.







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