A diferencia de otras elecciones, donde el PRI se sentía seguro y transitaba sin mayor competencia, lo cierto es que al término de esta jornada electoral y con todas las encuestas dándole arriba de 20 puntos, la realidad es otra y se han sentido operadores y autoridades nerviosas a lo largo de esta jornada electoral en Coahuila.
Pulseras que indican que los coahuilenses ya votaron a favor del PRI, sellos con QR, fotografías de votos a favor del candidato de la alianza PRI-PAN-PRD, trabajadores estatales y de universidades públicas llenando plataformas digitales y un ejército de lideresas presionando a los ciudadanos, habla de que para esta elección el tricolor dudaba hasta de su voto duro.
Los operativos de la Policía Estatal siguen a escasas dos horas de cerrar la jornada. Han levantado a representantes de casilla, operadores, simpatizantes e incluso han intimidado a personas de la tercera edad que saben son seguidores de Morena.
A pesar de que los morenistas pidieron a gritos el apoyo de la Guardia Nacional, este no se vio, y las autoridades federales se mantuvieron al margen de las elecciones.
En diferentes páginas de Facebook se subastaba el voto y llegó a tener un costo de mil 500 pesos, siempre y cuando fuera a favor de Manolo Jiménez, claro está.
El nerviosismo de los miembros de la Alianza inició cuando antes de la 1:00 de la tarde se registró una gran cantidad de asistencia a las urnas, muchos, beneficiarios de los programas del bienestar.
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