- Sheinbaum sostiene reunión “cordial” con Trump y Carney.
- La presidenta mexicana califica el encuentro como “cordial”.
- En medio de tensiones comerciales y arancelarias, los mandatarios acordaron “seguir trabajando” y mantener el diálogo trilateral.
La esperada reunión trilateral entre Estados Unidos, Canadá y México finalmente se concretó este viernes en Washington, justo después del sorteo del Mundial de Fútbol 2026. El encuentro, que reunió a Donald Trump, Mark Carney y Claudia Sheinbaum, duró casi una hora y, según la presidenta mexicana, se desarrolló en un ambiente “cordial” y “muy positivo”.
Sheinbaum, fiel a su tono conciliador, aseguró que la conversación fue amplia, aunque dejó fuera temas clave como el futuro del T-MEC, pese a que Trump ha puesto en entredicho el acuerdo con su política arancelaria. “No hablamos de eso todavía”, reconoció, pese a que había adelantado que sería uno de los asuntos centrales. Tampoco mencionó si se abordó la entrega de una nueva lista de criminales mexicanos a Estados Unidos, como ha ocurrido en dos ocasiones anteriores.
La mandataria confirmó que tanto ella como Trump se invitaron mutuamente a visitar sus respectivos países: “Acordaremos pronto una fecha”, señaló frente al Instituto Cultural Mexicano, donde más tarde se reunió con la comunidad migrante para reivindicar que las y los mexicanos en EE. UU. “son trabajadores, gente honesta y merecen un buen trato”.
Simpatizantes, mariachis y expectativas
A su llegada al instituto, Sheinbaum fue recibida por mariachis y un grupo de seguidores que corearon “no estás sola” y “qué honor estar con Claudia hoy”. Entre ellos se encontraba Julio Monroy, quien viajó desde Virginia con la esperanza de conseguir una firma en un balón de fútbol, aunque regresó sin rúbrica pero satisfecho con el resultado del sorteo: México abrirá el Mundial en el Estadio Azteca frente a Sudáfrica, antes de enfrentar a Corea del Sur y a un rival pendiente de la repesca europea.
Un respiro diplomático en medio de tensiones
La celebración del sorteo dio pie a un momento poco habitual: una tregua diplomática. Tras meses de tensiones, aranceles y declaraciones incendiarias —incluidas insinuaciones de Trump sobre posibles operativos militares en México—, los tres mandatarios compartieron finalmente una mesa.
De acuerdo con Sheinbaum, el punto más relevante del encuentro fue acordar que los países “van a seguir trabajando” en conjunto.
Aunque la presidenta no asistirá al partido inaugural —ha decidido ceder su asiento a “una niña indígena aficionada al fútbol”—, sí estuvo presente en el sorteo de la FIFA, motivada, dijo, por la oportunidad de conocer personalmente a Trump tras doce conversaciones telefónicas y una relación marcada por tiras y aflojas.







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