• México anticipa alza fuerte en el precio del gas natural.
• Aumentando los costos de generación eléctrica en México.
• El país enfrenta alta dependencia de importaciones y poca diversificación energética, advierten especialistas.

La Secretaría de Energía (Sener) proyecta un escenario preocupante para los próximos años: un incremento sustancial en los precios de los combustibles, especialmente del gas natural, el insumo más utilizado para generar electricidad en México. Esto podría traducirse en tarifas más altas para los usuarios, según el Plan de Desarrollo del Sector Eléctrico 2025–2039, publicado en octubre en el Diario Oficial de la Federación.

En su análisis, la Sener estima que el gas natural podría pasar de 3 dólares a hasta 8 dólares por MMBtu, en el peor escenario. El pronóstico medio lo ubica en 6.5 dólares por MMBtu, lo que representa un aumento significativo en un país donde más del 70% del gas es importado, principalmente desde Estados Unidos.

“La tendencia mundial es que el precio siga aumentando, no solo por el consumo y la demanda, sino también por presiones ambientales y geopolíticas”, explicó Guillermo Gómez, director técnico de la Asociación Mexicana de Gas Natural Vehicular (AMGNV).

Riesgos comerciales y geopolíticos

El Gobierno mexicano estaría preparándose para escenarios adversos que incluyen mal clima, eventos naturales, cambios en el TMEC y posibles aranceles a hidrocarburos propuestos por la Administración de Donald Trump, cuya implementación ha sido pospuesta.

La incertidumbre también abarca posibles modificaciones en las reglas que permiten el intercambio energético libre de impuestos entre México, Estados Unidos y Canadá, cuya revisión está prevista para 2026.

Dependencia creciente del gas natural

La demanda de gas en México creció más de 50% en 14 años, según datos de la Sener. Entre 2013 y 2024, el sector eléctrico ha sido el mayor consumidor, lo que refuerza la vulnerabilidad ante los incrementos en el costo del combustible.

Aunque la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA) tiene un pronóstico más moderado—4 dólares por MMBtu en 2026—, también anticipa incrementos continuos.

En episodios de precios elevados, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha absorbido temporalmente los costos para evitar incrementos a los usuarios, pero estos ajustes afectan la eficiencia financiera del sistema.

Una matriz energética poco diversificada

El aumento en precios vuelve a evidenciar la falta de diversificación en la matriz energética mexicana. Actualmente, el 76.6% de la generación eléctrica proviene de fuentes convencionales, principalmente gas natural. En contraste, solo el 23.4% proviene de tecnologías limpias.

A pesar de que la generación renovable ha crecido 50% desde 2010, el avance sigue siendo limitado. Expertos y el propio Gobierno federal coinciden en que se requieren inversiones masivas y sostenidas durante al menos 15 años para reducir la dependencia de hidrocarburos.

“No se trata solo de impulsar proyectos solares o eólicos, sino de fortalecer el almacenamiento de gas para manejar picos de demanda y evitar sobresaltos en los costos”, añadió Gómez.

Infraestructura sin crecimiento significativo

Desde 2015, la longitud de los gasoductos operados por CENAGAS no ha tenido variaciones significativas. Aunque el gobierno enumera algunos proyectos e interconexiones para optimizar el sistema, estos no representan una expansión profunda del SISTRANGAS.