- Generación Z México: la marcha juvenil que divide narrativas.
- Entre mensajes creados con IA, acusaciones de financiamiento político y el enojo por el caso Uruapan, la primera gran protesta juvenil del sexenio llega en medio de tensión y narrativas encontradas.
La marcha convocada para este sábado bajo el nombre Generación Z México ha evolucionado en pocas semanas de un movimiento disperso en redes sociales a un fenómeno que acapara la atención del país. La protesta, dirigida principalmente a jóvenes de entre 15 y 20 años, mezcla mensajes creados con inteligencia artificial, estéticas del anime One Piece, críticas al Gobierno federal y la indignación tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo.
La presidenta Claudia Sheinbaum, respaldada por la agencia Infodemia, sostiene que detrás de la convocatoria existe una red de desinformación internacional y una inversión cercana a 90 millones de pesos, presuntamente vinculada al empresario Ricardo Salinas Pliego.
Un fenómeno inspirado en protestas juveniles globales
El impulso del movimiento recuerda movilizaciones recientes de jóvenes en países como Nepal y Marruecos, donde la llamada generación Z ha protagonizado manifestaciones masivas. En México, la cuenta oficial del movimiento asegura que habrá marchas en las 32 entidades del país y en ciudades de Estados Unidos, Alemania y Canadá.
La narrativa de la protesta coincide con el enfrentamiento entre Salinas Pliego y el Gobierno. Tras el fallo judicial que obliga al empresario a liquidar una deuda fiscal de 50.000 millones de pesos, la cuenta de generación Z compartió un cartón en el que Sheinbaum aparece ahorcando a una persona etiquetada como SAT. Salinas replicó la imagen afirmando: “Los Gobiernicolas son violentos, represores, corruptos y ladrones”.
Creadores de contenido y voces opositoras amplifican el mensaje
El crecimiento viral de la convocatoria se debe en buena parte a influencers y opinadores con amplia audiencia: Temach, Arturo Herrera, el rapero Bitrio Smoke, Mr. Cívico y Chumel Torres, entre otros. También portales conservadores como La Derecha Diario y figuras políticas como Lilly Téllez han respaldado la protesta.
Tras la investigación de Infodemia, que desestimó la marcha, las cuentas del movimiento intentaron reivindicar su espontaneidad: “Nadie nos pagó, nadie nos armó. Somos jóvenes con valor para alzar la voz”.
Un discurso juvenil fragmentado
En TikTok —territorio natural de la generación Z— el relato está dividido. Existen videos hechos con IA que llaman a participar, otros creados por adolescentes que alertan sobre la posible manipulación política, y contenidos de jóvenes que aseguran que el origen de la convocatoria no les importa: “Me vale si lo convocó el PAN o el PRI, lo importante es marchar”, afirma una usuaria.
La convocatoria busca movilizar a jóvenes que no vivieron protestas como #YoSoy132 o la lucha por los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Creadores comparten consejos para quienes asistirán por primera vez: enviar ubicación en tiempo real, definir puntos de encuentro y llevar identificación, bloqueador y un botiquín básico.
El asesinato de Carlos Manzo, un detonante simbólico
La figura del alcalde de Uruapan, asesinado el 1 de noviembre, se convirtió en uno de los catalizadores del movimiento. Estudiantes de Morelia y Uruapan marcharon la semana pasada exigiendo justicia. Incluso el expresidente Vicente Fox anunció que asistirá a la marcha en homenaje a Manzo. Desde Uruapan, sin embargo, la familia ha marcado distancia: la alcaldesa Grecia Quiroz afirmó que no participará y que desconoce quién encabeza realmente la protesta.
Entre demandas políticas y cuestionamientos sobre autenticidad
Aunque los mensajes más virales hablan de seguridad, impunidad y corrupción, el pliego petitorio oficial del movimiento pone al frente solicitudes de corte político: la revocación inmediata del mandato presidencial, elección directa de un sustituto sin intervención partidista, una reforma judicial, transparencia y desmilitarización. La seguridad aparece al final.
Una marcha que llega en medio de tensión y desconfianza
La protesta juvenil llega marcada por acusaciones cruzadas y dudas sobre su alcance real. La presidenta ordenó blindar Palacio Nacional con vallas metálicas ante lo que será la primera gran movilización en su contra tras poco más de un año de gobierno.
El sábado, la generación Z tendrá su prueba más visible: demostrar si se trata de un movimiento auténtico y masivo o de un fenómeno amplificado en redes que no trasciende al espacio público.







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