- Atraco histórico en el Louvre: roban joyas de la Corona francesa.
- Cuatro asaltantes irrumpieron en el museo más famoso del mundo y se llevaron nueve joyas de la Corona francesa en solo siete minutos.
- Las autoridades hablan del mayor golpe al patrimonio cultural en un siglo.
El Museo del Louvre, el más visitado del mundo, fue escenario este domingo de un robo de película. En apenas siete minutos, un comando de cuatro asaltantes se llevó nueve joyas de valor incalculable pertenecientes a la Corona francesa, en el mayor golpe sufrido por la pinacoteca en un siglo.
Según las autoridades, los delincuentes ingresaron al museo entre las 9:30 y 9:40 de la mañana, cuando ya había visitantes en el recinto. Dos de ellos llegaron en motos de gran cilindrada y los otros dos en un vehículo. Accedieron por la fachada que da al río Sena utilizando una escalera mecanizada y entraron por un balcón a la galería de Apolo, donde se exhiben las joyas más valiosas de Francia. Armados con radiales, rompieron las vitrinas y amenazaron al personal de seguridad antes de huir por la misma ruta.
OPERACIÓN PRECISA Y RÁPIDA
La operación fue precisa y rápida. “Estamos ante ladrones profesionales que conocían el terreno y planificaron cada detalle”, afirmó la fiscal de la República, Laure Beccuau. Hasta el momento solo se ha recuperado una de las piezas robadas: una corona que perteneció a la emperatriz Eugenia de Montijo, hallada en las inmediaciones del museo tras caer durante la huida.
La galería de Apolo, situada en el ala sur del Louvre, alberga las joyas más emblemáticas de la historia francesa, entre ellas los diamantes Regent y Sancy, además de piezas pertenecientes a reinas y emperatrices. En el listado de objetos robados figuran una diadema, un collar de zafiros, pendientes, broches y un collar de esmeraldas que pertenecieron a María Amelia y Hortensia de Beauharnais.
El Ministerio de Cultura francés calificó el robo como “rápido y brutal”, mientras se investiga cómo los ladrones pudieron vulnerar la seguridad del recinto, considerado uno de los más protegidos del mundo. “Las alarmas funcionaron, pero algo falló en la respuesta inmediata”, reconoció la fiscal.
El atraco al Louvre se suma a otros tres robos recientes en museos franceses, entre ellos el del Museo Nacional de Historia Natural y el del Museo Adrien Debouché, lo que ha encendido las alarmas sobre la seguridad del patrimonio cultural. “Nuestros museos ya no son santuarios”, lamentó Laurence des Cars, presidenta del Louvre.







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